Cómo me ayudó escribir un Blog de cara a una entrevista de trabajo
Hace un par de semanas empecé a idear lo que sería mi web-blog personal con el fin de mejorar mi perfil de candidata para un puesto de trabajo.
En un principio, mi plan para la búsqueda de mi primer trabajo había sido recorrerme las páginas de empleo solicitando ofertas y, mientras tanto, formarme todo lo que pudiera para mejorar mi currículum de cara a esas ofertas. No obstante, viendo que tras unos meses aplicando a ofertas no recibía las buenas noticias que esperaba, empecé a investigar sobre casos similares al mío.
Estuve leyendo artículos escritos por desarrolladores sobre cómo habían empezado a trabajar y cómo habían encontrado su primer empleo. Para mi sorpresa, lo que no paraba de encontrar en esas historias era la recomendación de escribir. No escribir código, que sería lo más esperable en mi caso, sino escribir sobre ti, lo aprendido y tus conclusiones. Es decir, escribir un Blog.
Estos artículos recomendaban o bien las plataformas Medium, Hashnode o Dev.to para empezar a escribir tus propios artículos, o bien desarrollar tu propio blog. Al final me decanté por esta última opción, ya que me permitiría tener una mayor flexibilidad en el diseño sin depender de otras plataformas. Además, le puedo añadir el portfolio con los diferentes proyectos que he realizado y vaya realizando en el futuro. No obstante, no descarto en el futuro publicar mis artículos también en dichas plataformas para conseguir un mayor alcance.
Para el tema de primer post de mi blog, no tuve ninguna duda de que quería presentarme a mi misma y hablar lo que hago. Por ello, redacté lo que se podría considerar una carta de presentación, contando mi formación y mi experiencia con mis proyectos.
Pocos días después de publicar ese primer post, recibí una llamada de teléfono sobre una oferta de trabajo que había solicitado dos meses antes con el fin de concertar la entrevista por videollamada.
Durante la videollamada, el entrevistador tenía mi curriculum en la mano pero me pidió que le explicara quién era Ana, más allá de un papel con títulos y conocimientos. En ese momento, recordé lo que había escrito presentándome y comencé a explicarle mi historia. Gracias a que tenía ese post en la cabeza, y además muy reciente, no tuve ningun problema al expresarme. Sonó muy convincente y con ganas de aprender.
Aún no he tenido noticias del resultado final del proceso para ese puesto, sin embargo, sea cual sea la respuesta final de esa empresa, me he llevado una gran enseñanza. Escribir sobre ti y tus vivencias, mejorando tus habilidades de redacción y de comunicación, te recompensa personal y profesionalmente.
Gracias por leer hasta aquí y, ¡nos vemos en el siguiente post!